Mujer
gaviota errante de aguacero
que partes desde lejos
al cerca conocido
ven a buscarme siempre
No te extrañes ahora
del bello que se siente
entre tu voz y el río
Hay un domingo rojo
que se aleja
y uno azul que te tienta
Déjate seducir por los azules
en el acantilado
que acuna el eco repetido
él te conoce siempre de memoria
Sé como la canción que se eterniza
y mira en el espejo su reflejo en el tuyo
hay vuelos en el aire que confunden
no dejes que te líen la armonía
con su canción desnuda
mejor inclínate al vacío
para que te reboces de sus dones
Cuando ya te descubras en la brisa
y conozcas las olas en las llamas
y la intensión se meta por tus poros
y la tierra te adorne con su abrojo
y el deseo te decore la alborada
dictándote inclemente su sonrisa
Y cuando ya no temas lo que sientes
al respecto de todo lo silente
mujer búscame siempre
sin ser prisa en el vientre
que te estaré esperando sin demora
por la brisa que dejas en la aurora…
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