
Hoy me miré los dedos y escribían
haciéndole el amor a la mañana
sin tocar su papel de terciopelo
sobre el silencio sacro del otoño
Al verlos suspiré sabiendo que vivía
una experiencia nueva y religiosa
No me importó implorarle
ni pedir
ni nombrarle
No me sacrifiqué por desnudarle
ni me importó esperar
al centro del invierno
para darle calor y entusiasmarle
sólo miré esos dedos que escribían
deshojando al amor por su mañana...
...Entonces desperté...
© 2008 Madeleine E. Belliard
No hay comentarios:
Publicar un comentario