
Estoy de la Patria lejos
En exilio voluntario
Pero en mí canta un canario
Que deja ver sus reflejos
Y alumbra mis pasos viejos
Como si fuera corsario
De procesión sin rosario.
Yo firme de frente avanzo
Con valentía y sin descanso
En mi exilio voluntario;
Por eso en mi alma canta
Como canto de Coquí
La esencia de lo que fui
Y mi canto no quebranta
Sino que al cielo levanta
Una oración silenciosa
Humilde, dulce y hermosa
Que pide serenidad
Donde haya necesidad
Y donde el alma reposa…
No quiero que nadie diga
De mí palabras insanas
Ni quiero en tierras lejanas
Que en algo se me persiga.
Yo quiero ser una espiga
A donde quiera que voy
Quiero ser como yo soy
Dadivosa sin frontera
Y dejar adonde quiera
Lo mejor de lo que soy.
©2007 Madeleine E. Belliard
No hay comentarios:
Publicar un comentario